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Por Joe efectivo
PEKĂŤN (Reuters) – China está luchando por revivir la inversiĂłn extranjera en sus ciudades y provincias financieramente golpeadas, ya que las empresas extranjeras siguen desconfiando de los riesgos polĂticos y los nuevos incentivos están muy lejos de los endulzantes que alguna vez se usaron para atraer dinero extranjero.
Con sus arcas agotadas después de una pandemia económicamente devastadora y una crisis inmobiliaria, las autoridades locales se han apresurado a encontrar nuevas fuentes de ingresos, y la inversión extranjera es particularmente codiciada.
El primer ministro Li Qiang declarĂł en marzo que China volviĂł a estar abierta a los negocios y, desde entonces, las provincias y ciudades desde Sichuan hasta Chaozhou han enviado delegaciones de todo el mundo para presentar e invitar a inversores a simposios poco comunes.
Sin embargo, los ejecutivos de la industria extranjera y los cabilderos dicen que los incentivos que muchos gobiernos locales ofrecen ahora son mucho menos atractivos que hace una dĂ©cada, cuando las empresas podĂan ganar fácilmente subsidios o el uso gratuito de la tierra y el entorno regulatorio parecĂa más predecible.
“Claramente, el lado chino está tomando la iniciativa con el compromiso internacional”, dijo Kiran Patel, director sĂ©nior del Consejo Empresarial China-Gran Bretaña. CitĂł cinco reuniones entre su oficina de Londres y delegaciones de gobiernos locales chinos a fines de junio.
Pero “todavĂa hay mucho trabajo por hacer en tĂ©rminos de calentar o recalentar el interĂ©s en China”, advirtiĂł.
La ofensiva del encanto contrasta con las propuestas más agresivas de Beijing sobre el dominio en las cadenas de suministro y el mayor enfoque del presidente Xi Jinping en la seguridad nacional.
La inversiĂłn extranjera directa (IED) denominada en dĂłlares cayĂł un 5,6 % entre enero y mayo con respecto al mismo perĂodo del año pasado, a pesar del fin de las estrictas restricciones por el COVID, ya que la recuperaciĂłn pospandemia en la segunda economĂa más grande del mundo se tambaleĂł.
El Ministerio de Comercio de China no respondiĂł a una solicitud de comentarios.
BENEFICIOS, NO INCENTIVOS
Noah Fraser, director gerente del Canada China Business Council, dijo que su organizaciĂłn tambiĂ©n habĂa recibido una “ofensiva de encanto” de las autoridades municipales, provinciales y regionales, pero que la mayorĂa de ellos entendĂa que no recibirĂa efectivo y que los proyectos tendrĂan que ser autofinanciados.
“Serán amigables, tendrán la mente abierta, pero no sospecho que tengan una gran cantidad de capital financiero para moverse”, dijo. “AsĂ que creo que cualquier capital o cualquier activo estará… en las relaciones y los permisos que eliminen la burocracia”.
Altos ejecutivos de tres grandes empresas occidentales con las que Reuters habló bajo condición de anonimato dijeron que tampoco estaban convencidos después de discutir posibles inversiones con las autoridades locales.
“(Los incentivos) no valen la pena involucrar a nuestro equipo de finanzas, es un trabajo de asuntos pĂşblicos, ya que es una conversaciĂłn que estamos teniendo con el gobierno local, pero no afectará las decisiones operativas o de inversiĂłn de la empresa”, dijo uno de los ejecutivos.
AgregĂł que, si bien en el pasado a su empresa se le habĂan ofrecido exenciones de impuestos empresariales y acuerdos sobre terrenos para realizar nuevas inversiones, un gobierno del este de China recientemente solo le habĂa ofrecido un acuerdo sobre el impuesto a la renta personal para sus altos ejecutivos por un monto de 6 millones de yuanes.
“No dirĂa que es un incentivo. Es un beneficio. Pero, Âżse quedarĂa nuestra empresa en China para siempre por estos 6 millones de yuanes? No”.
PARTE DEL SISTEMA
Las autoridades locales llevan a cabo un acto de equilibrio delicado al cortejar la inversiĂłn extranjera y abordar cuestiones crĂticas sobre las polĂticas de seguridad de Xi.
Muchas empresas extranjeras han expresado su preocupaciĂłn por el cambiante entorno empresarial en China, que en los Ăşltimos años se ha caracterizado por una represiĂłn de las consultorĂas que afectan la forma en que los inversores pueden realizar la debida diligencia, asĂ como por nuevas leyes de datos y antiespionaje.
Los analistas dicen que ahora hay muy poca tolerancia para la desviaciĂłn del pensamiento empresarial del Partido Comunista Chino, lo que ha obligado a muchas empresas extranjeras a repensar su enfoque hacia China.
“Creo que (Li Qiang) quiere y tiene la intenciĂłn de recuperar la inversiĂłn entrante, pero es alguien leal, por lo que si se le pide que cierre Shanghái nuevamente o que haga algo que no sea favorable para los negocios, lo harĂa”, dijo Agatha Kratz, directora de Rhodium Group, una consultora enfocada en China.
Uno de los tres ejecutivos, cuyo empleador es un fabricante de automĂłviles extranjero, dijo que le habĂa sorprendido cĂłmo los funcionarios habĂan planteado repetidamente las polĂticas de Xi sobre la autosuficiencia y el autofortalecimiento en una reuniĂłn reciente en una ciudad del sur de China.
“En lo que se refiere a la situaciĂłn macro, los gobiernos locales no pueden hacer nada para tranquilizar a los inversores extranjeros. En realidad, son parte del sistema”, dijo.
Source: INVESTING