Por Leika Kihara
TOKIO (Reuters) – El vicegobernador del Banco de Japón, Masayoshi Amamiya, considerado uno de los principales aspirantes a convertirse en el próximo jefe del banco central, dijo el viernes que no veía la necesidad inminente de realizar nuevos ajustes a su política de control de rendimientos.
En su intervención en el Parlamento, Amamiya dijo que era consciente de los inconvenientes del control de la curva de rendimientos, como las distorsiones en la curva de rendimientos causadas por la enorme compra de bonos del Banco de Japón para defender su límite del 0,5% fijado para el rendimiento de los bonos a 10 años.
“El YCC es una política extraordinaria, por lo que debemos sopesar cuidadosamente los beneficios y los costes”, afirmó Amamiya.
“Por ahora, no veo la necesidad de tomar nuevas medidas para aumentar la flexibilidad del YCC”, añadió.
A la pregunta de un legislador de la oposición sobre si los ajustes del YCC podrían ser una opción futura, Amamiya respondió: “En general, nuestro enfoque básico es orientar la política monetaria con flexibilidad sopesando los beneficios y los costes de cada paso”.
En los mercados abundan las especulaciones de que el Banco de Japón eliminará gradualmente el YCC y subirá los tipos de interés con un sucesor del actual gobernador Haruhiko Kuroda, cuyo segundo mandato de cinco años termina en abril.
Amamiya es considerado por los mercados como uno de los principales aspirantes a suceder a Kuroda, aunque un portavoz del Gobierno negó el lunes una información del periódico según la cual la administración del primer ministro Fumio Kishida le había sondeado para el puesto.
El Gobierno presentará al Parlamento el 14 de febrero a los candidatos propuestos para el cargo de gobernador del Banco de Japón y a dos diputados, según declaró el viernes a la prensa un legislador del partido gobernante.
Los analistas consideran que Amamiya es más moderado en política monetaria que otros candidatos, como los ex subgobernadores Hiroshi Nakaso y Hirohide Yamaguchi.
En la sesión parlamentaria, Amamiya defendió la política ultralaxa del banco central, que ha logrado reflotar el crecimiento, y dijo que era “prematuro debatir ideas concretas sobre una política de salida”. Subrayó la necesidad de mantener el estímulo actual para garantizar que la inflación alcance el objetivo del 2% del Banco de Japón de forma sostenible.
La transición en el liderazgo del Banco de Japón se produce en un momento en que el radical programa de estímulo de Kuroda está siendo puesto a prueba por la creciente inflación -que alcanzó el 4% en diciembre- y la subida de los tipos de interés mundiales.
En una propuesta política del mes pasado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) instó al Banco de Japón a flexibilizar la evolución de los rendimientos de la deuda pública.
Con el YCC, el Banco de Japón mantiene los tipos a corto plazo en el -0,1% y el rendimiento a 10 años en torno al 0%. Permite que el rendimiento a 10 años suba y baje 0,5 puntos básicos cada vez en torno al objetivo del 0%, y también compra activos de riesgo como ETF como parte de su programa de estímulo.
Source: INVESTING