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Por Nandita Bose y Trevor Hunnicutt
CHICAGO (Reuters) – El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, trató de levantar el ánimo de los estadounidenses sobre la economía con lo que sus ayudantes anunciaron como un importante discurso el miércoles, un esfuerzo para apuntalar una debilidad política superior, ya que busca la reelección.
Biden, cuyo mandato de dos años como presidente ha sido testigo de un fuerte repunte de la recesión inducida por el COVID-19, ha visto sin embargo cómo sus índices de aprobación pública caían bajo el peso de la ansiedad de los votantes sobre la dirección de la economía.
La creación de empleo y el bajo desempleo son los aspectos positivos, mientras que la elevada inflación y los efectos de la subida de los tipos de interés durante el año pasado en ámbitos como el mercado inmobiliario han avivado el temor a una recesión.
En un discurso pronunciado en Chicago, el Presidente de Estados Unidos volvió a presentar su visión de la prosperidad de la clase media estadounidense. Eso incluye gravar a los ricos para invertir en áreas críticas para la seguridad nacional, incluidos los semiconductores; educar a los trabajadores y mejorar la competencia económica, dijo Biden.
“Esta visión supone una ruptura fundamental con una teoría económica que lleva décadas fallando a la clase media estadounidense”, dijo Biden.
Más de la mitad de los estadounidenses desaprueban la forma en que Biden desempeña su trabajo, mientras que sólo el 35% de los encuestados aprueba su gestión de la economía, según una encuesta de Reuters/Ipsos realizada este mes. Los votantes califican la economía como su principal problema.
La economía estadounidense creció a un ritmo anualizado del 1,3% en el primer trimestre y el desempleo se situó en el 3,7% en mayo, cuando la inflación aumentó a un ritmo interanual del 4%.
Los asesores de la Casa Blanca consideran que esas cifras de inflación son elevadas, pero van en la dirección correcta gracias a las políticas respaldadas por Biden, diseñadas para reducir el gasto deficitario y abaratar una serie de productos, desde la insulina hasta las entradas para conciertos.
Aún así, los funcionarios de la Reserva Federal han dicho que creen que les queda “un largo camino por recorrer” para volver a situar la inflación en niveles saludables y que puede que tengan que subir más los costes de los préstamos, lo que podría provocar una recesión.
Los asesores del presidente demócrata están utilizando el término “Bidenomics” para describir su enfoque, que contrasta con la filosofía de recorte de impuestos que en su día se denominó “Reaganomics” por su relación con el ex presidente republicano Ronald Reagan, que dejó el cargo en 1989.
“No estoy aquí para declarar la victoria sobre la economía. Estoy aquí para decir que tenemos un plan que está cambiando las cosas increíblemente rápido. Tenemos más trabajo por hacer”. Dijo que la siguiente fase incluiría hacer justo el sistema fiscal federal eliminando las lagunas para los ricos.
Queda por saber si su mensaje calará. El discurso veraniego tuvo lugar antes de la festividad del 4 de julio, 16 meses antes de que los votantes acudan a las urnas y mientras los republicanos se enfrentan a un amplio abanico de posibles candidatos encabezados por el expresidente Donald Trump.
El último gran discurso de Biden a la nación, un discurso en el Despacho Oval en horario de máxima audiencia el 2 de junio en el que pregonaba un acuerdo bipartidista para poner fin a la crisis del límite de la deuda, atrajo a una audiencia de sólo 6,2 millones de personas y sólo fue recogido por dos de las principales cadenas de radiodifusión de EE.UU., según la firma de investigación Nielsen.
El miércoles, el discurso vespertino de Biden se emitió en las principales cadenas de noticias por cable.
Trump ha hecho de la inflación un elemento clave de sus ataques a Biden en los primeros meses de la carrera.
“Los estadounidenses están peor bajo Biden”, dijo la presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel, en un comunicado. “Los precios siguen disparándose y los estadounidenses trabajadores pagan el precio de la fallida ‘Bidenomics'”.
También se espera que Biden, de 80 años, asista a un evento de recaudación de fondos mientras se encuentra en el área de Chicago antes de una fecha límite federal para los registros de recaudación de fondos. No se espera que se enfrente a una lucha seria por la nominación de su partido.
Source: INVESTING