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Por Steven Scheer y Ari Rabinovitch
JERUSALÉN (Reuters) – El Banco de Israel mantuvo el lunes sin cambios los tipos de interés a corto plazo por primera vez desde principios de 2022, tal y como se esperaba, pero advirtió de que los tipos podrían subir más si la inflación repunta de nuevo.
El gobernador Amir Yaron dijo que los tipos se mantendrían altos durante algún tiempo. También advirtió de que la legislación sobre un proyecto de ley muy controvertido que forma parte del plan de revisión judicial del Gobierno, y que avanza en el Parlamento el lunes, tendrá un precio económico.
El banco central mantuvo su tipo de referencia en el 4,75%, su nivel más alto desde finales de 2006. Había subido los tipos 10 veces seguidas en un agresivo ciclo de endurecimiento que ha llevado el tipo desde el 0,1% del pasado abril.
De los 19 economistas encuestados por Reuters, 14 esperaban que no se movieran los tipos, aunque los analistas están divididos en cuanto a si el ciclo de endurecimiento ha terminado.
Del mismo modo, la Reserva Federal de EE.UU. mantuvo su tipo de interés oficial estable el mes pasado, pero se espera que suba los tipos a finales de julio.
El propio Yaron dijo que mucho depende de la inflación, que bajó al 4,6% en mayo desde el 5% de abril, muy por encima del objetivo anual del Gobierno del 1%-3%. El personal del banco prevé que la inflación se sitúe en el 3,0% en los próximos cuatro trimestres y finalice 2024 en el 2,4%.
“Si vemos que el entorno no converge de la forma que pensábamos (…) no dudaremos en seguir subiendo el tipo de interés”, dijo Yaron en una rueda de prensa. “Estimamos que tendremos que mantener el tipo de interés en un nivel bastante alto durante un tiempo”.
Al principio del ciclo de subidas de tipos, los responsables políticos creían que un tipo ligeramente superior al 3% bastaría para frenar los precios. Pero una combinación de problemas en la cadena de suministro, la elevada demanda y una depreciación de más del 7% del shekel frente al dólar hacen que la inflación no haya disminuido tan rápidamente como se preveía.
El shekel recuperó pérdidas del 0,5% frente al dólar tras la decisión y los comentarios de Yaron sobre otras posibles subidas.
El Banco Central lleva meses advirtiendo de que el shekel se estaba viendo afectado por la gestión del Gobierno en su reforma judicial. Yaron afirmó que una “depreciación excesiva” del shekel había contribuido hasta en 1,5 puntos porcentuales a la inflación.
El banco central ha confiado en los tipos de interés para frenar la inflación y hasta ahora se ha mantenido al margen de otras herramientas, como la intervención en el mercado de divisas.
El analista de Goldman Sach Tadas Gedminas dijo que el panel monetario equilibró las preocupaciones sobre un shekel más débil manteniendo un “sesgo de halcón”. Cree que para la próxima decisión sobre los tipos, el 4 de septiembre, la inflación podría situarse por debajo del 4%. “Creemos que la inflación ha tocado techo y que va camino de disminuir gradualmente en lo que queda de año”, añadió.
Yaron termina su mandato a finales de 2023. Dijo que decidirá si opta a un segundo mandato de cinco años en torno a las fiestas judías de septiembre-octubre. No está claro si el Primer Ministro Benjamin Netanyahu le pedirá que siga.
Los economistas del banco central prevén que el tipo de interés oficial se sitúe en el 4,75% o el 5% el próximo año. También prevén un crecimiento económico del 3% tanto en 2023 como en 2024 -frente al 6,5% del año pasado-, mientras que Yaron señaló que persiste la rigidez del mercado laboral.
El banco dijo que el crecimiento podría verse amenazado si las controvertidas reformas judiciales israelíes provocaran una reacción adversa en los mercados financieros israelíes.
Source: INVESTING