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Por Noemie Olive e Ingrid Melander
PARÍS (Reuters) – Los sindicatos franceses y los partidos de la oposición afirmaron el miércoles que lucharán con todas sus fuerzas para tratar de desbaratar un plan muy impopular para que la gente trabaje más tiempo antes de recibir una pensión.
El Gobierno del presidente Emmanuel Macron, por su parte, dijo que no temía una convocatoria nacional de huelgas y protestas el 19 de enero y que seguiría adelante con su plan.
Los franceses tendrán que trabajar dos años más hasta los 64 años antes de jubilarse, si la reforma, anunciada el martes, es aprobada por el Parlamento. También tendrán que trabajar más tiempo para obtener una pensión completa.
“Lucharemos para que se eche atrás esta reforma injusta”, declaró a la radio France Inter el líder del sindicato moderado CFDT, Laurent Berger.
Mucho dependerá del éxito de esta primera jornada de huelgas y protestas, y de otras acciones que seguirán.
Francia tiene una larga historia de intentos de reformar su sistema de pensiones – uno de los más generosos y costosos de Europa – y de protestas para intentar detenerlos.
Esto funcionó en 1995, cuando millones de personas salieron a la calle en lo que fueron las protestas sociales más perturbadoras del país desde mayo de 1968. Pero desde entonces se han aprobado otras reformas de las pensiones a pesar de las protestas.
Philippe Martinez, del sindicato de línea dura CGT, dijo que esperaba que los sindicatos pudieran reunir a más manifestantes que en 1995.
“Si los trabajadores lo deciden, Francia se paralizará”, declaró a BFM TV.
NO TENGA MIEDO
En las calles de París, varios trabajadores manifestaron estar en contra de la reforma.
“Empecé a trabajar con 18 años y estoy cansada”, dijo Francesca Lemolt, trabajadora del departamento de contabilidad de 57 años. “No entiendo el principio de hacer trabajar más tiempo cuando hay muchos jóvenes buscando trabajo”.
El gobierno, sin embargo, dijo que se mantendría firme.
“No tengo miedo”, declaró el portavoz del Gobierno, Olivier Veran, añadiendo que lo único que estaba haciendo el Gobierno era intentar equilibrar las cuentas del sistema de pensiones.
No está claro cuántos de los que se oponen a la reforma -hasta el 80% de los votantes según los sondeos de opinión- están dispuestos a ir a la huelga o salir a la calle.
El movimiento antigubernamental de los chalecos amarillos, en gran parte inactivo desde las violentas protestas callejeras de 2018 y 2019, registró una baja participación en una manifestación el sábado.
Los sindicatos contarán en cualquier caso con el apoyo de la coalición de izquierdas Nupes en el Parlamento, que instó a los trabajadores a protestar el 19 de enero.
Pero lo que importa mucho más al gobierno, que perdió su mayoría absoluta en la cámara baja del parlamento el año pasado, será lo que hagan los conservadores Les Republicains.
Aportarán los votos suficientes para que se apruebe la reforma, y el miércoles confirmaron que había muchas cosas que les gustaban, aunque esperarían a ver los detalles.
El Gobierno adoptará formalmente la propuesta en una reunión del Consejo de Ministros el 23 de enero, antes de remitirla al Parlamento. Espera que los cambios puedan entrar en vigor en septiembre.
Según este plan, la edad de jubilación aumentará tres meses al año a partir de septiembre, hasta alcanzar la edad objetivo de 64 años en 2030.
A partir de 2027, ocho años antes de lo previsto en reformas anteriores, será necesario haber trabajado 43 años para percibir una pensión completa.
Source: INVESTING