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La tasa de desempleo de la zona euro se estabilizó en el 6,6% en diciembre. Parece haber tocado fondo temporalmente en este nivel históricamente bajo. En Alemania e Italia se sigue observando un ligero descenso, mientras que en Francia se ha estabilizado. En cambio, en España ya se observa un ligero aumento.
A pesar del endurecimiento del mercado laboral en 2022, combinado con un fuerte aumento de las tasas de inflación provocado por el endurecimiento de la oferta (precios de la energía y problemas en la cadena de suministro), la dinámica salarial en la Eurozona se ha mantenido moderada. Según los datos de los tres primeros trimestres de 2022, una tasa de inflación del 7,7% contrasta con un crecimiento de los costes salariales por hora trabajada de sólo el 3,5%. El impulso de crecimiento de los costes salariales incluso ha vuelto a caer ligeramente hasta el 2,9% interanual en el 3T22. La conclusión es que los asalariados han sufrido considerables pérdidas salariales reales, que podrían compensarse en parte con las pagas extraordinarias del Estado.
Hasta ahora, los datos de la zona euro no sugieren que el aumento de la presión salarial sea o pueda llegar a ser un factor impulsor de la inflación. Ahora es importante seguir de cerca la evolución en 2023. A nivel de países, continúa la tendencia histórica de crecimiento salarial por debajo de la media en el sur de Europa. Por ejemplo, el coste por hora trabajada sólo aumentó un 2% en Italia en 2022 y un 2,3% en España. Los trabajadores de Francia sufrieron las menores pérdidas salariales reales, con un crecimiento del 3,4%.
En el caso de Italia, es probable que la falta de concentración en bienes de exportación de alto valor tecnológico sea un factor de la baja presión salarial. Esto significa que Italia, a diferencia de Alemania, por ejemplo, sigue compitiendo directamente con países de salarios bajos, lo que dificulta el impulso de aumentos salariales. Además, debido a una productividad inferior a la media, Italia sólo puede mantener su competitividad mediante el dumping salarial. Pero a medio plazo, las importantes inversiones del Plan de Recuperación de la UE, combinadas con las reformas estructurales, deberían mejorar de forma sostenible las posiciones de Italia y España.
Debido a estos problemas estructurales, vemos pocas probabilidades de que los salarios se conviertan en un motor de la inflación en la Eurozona. Sin embargo, es importante seguir la evolución de cada país. En principio, la dinámica de la inflación debería suavizarse de forma constante en 2023, tras una relajación sostenida tanto de los precios de la energía como de las cadenas de suministro. Esto también debería aliviar la presión para que aumenten los salarios.
Source: FX STREET