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El oro ha estado perdiendo terreno desde principios de marzo, generando una estructura profunda de máximos más bajos y mínimos más bajos dentro de un canal descendente. A pesar de que los lingotes recuperaron algo de terreno después de lograr cruzar por encima de su línea de tendencia restrictiva a principios de noviembre, su rebote actualmente parece estar perdiendo fuerza.
Los indicadores de impulso actualmente sugieren que las fuerzas alcistas están tomando la delantera. Específicamente, el RSI se ha estancado por encima de su marca neutral de 50, mientras que el oscilador estocástico asciende cerca de la zona de sobrecompra de 80.
Por el lado positivo, las acciones alcistas podrían impulsar el precio hacia la región de rechazo reciente de 1.787. Conquistando esta barricada, los alcistas podrían aspirar al máximo de agosto de 1.807. Atravesando este último, el oro puede ascender hacia el pico de junio de 1.880 o más para probar la barrera de 1.920.
Alternativamente, si el impulso positivo se desvanece y el precio retrocede a la baja, el soporte inicial podría alcanzarse en el mínimo reciente de 1.726. Si no se detiene allí, la materia prima podría probar el soporte de 1.702 antes de que la atención se centre en la media móvil simple (SMA) de 50 días, actualmente en 1.688. Incluso más bajo, el soporte de 1.665 podría proporcionar una mayor protección a la baja.
En general, la recuperación del oro parece estar suspendida por ahora, pero los riesgos a corto plazo siguen inclinados al alza. Por lo tanto, se necesita una ruptura por encima del techo de 1787 para validar la continuación de la tendencia alcista a corto plazo.
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