A menudo se dice que los datos son el nuevo petróleo. Sin embargo, en el caso de 2023, los datos son definitivamente el nuevo Oro.
Las búsquedas en Google de la frase “How To Trade Gold” se encuentran ahora en su nivel más alto jamás registrado, ¡y esa tendencia no muestra signos de desaceleración a corto plazo!
Literalmente días después de que esa estadística apareciera en los titulares, el oro se disparó a máximos históricos de 2.082 dólares la onza, superando su anterior récord de 2.075 dólares la onza alcanzado en agosto de 2020.
Desde el último trimestre de 2022, los precios del oro han experimentado una carrera parabólica, con ganancias superiores al 32% desde los mínimos de noviembre de 1.600 dólares la onza.
¡Y el rally podría no acabar ahí!
En este año de “sorpresas macroeconómicas impensables”, el metal precioso parece bien posicionado para otra carrera explosiva que podría llevarlo a nuevos máximos históricos.
Aunque esta predicción parece atrevida, no es tan descabellada si se tiene en cuenta la magnitud de los acontecimientos macroeconómicos que se están produciendo actualmente, desde la crisis bancaria mundial en curso, las incertidumbres sobre las negociaciones del techo de la deuda estadounidense y las señales de la Reserva Federal de que el ciclo de subidas está llegando a su fin.
Además, cuando se combinan estos factores con la creciente tendencia a la desdolarización, el aumento de los riesgos de recesión mundial y los bancos centrales comprando oro al ritmo más rápido jamás visto, no es imposible ver por qué el telón de fondo macroeconómico para el oro es más alcista que nunca.
Uno de los principales catalizadores de la subida de los precios del oro este mes es, sin duda, el inminente riesgo de impago de la deuda estadounidense.
En estos momentos, Estados Unidos tiene una deuda de 31,4 billones de dólares. Esta asombrosa cantidad está en el punto de mira porque el gobierno de EE.UU. no podrá pagar sus facturas si el Congreso no se pone de acuerdo para elevar el techo de la deuda antes del 1 de junio.
Según la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, “el impacto de un impago de la deuda estadounidense en la economía mundial podría rivalizar con el crash financiero de 2008”.
Curiosamente, el gobierno de EE.UU. ya se ha visto antes en esta situación.
En 2011, Estados Unidos tocó el techo de su deuda el 16 de mayo y, tras un largo paréntesis político, aprobó una ley para elevar el límite el 1 de agosto. Fue durante este período exacto cuando los precios del oro alcanzaron un récord histórico, mientras que el precio de la plata se disparó a 50 dólares la onza.
Si nos guiamos por la historia, un escenario similar en esta ocasión podría disparar los precios del oro hasta los 3.000 dólares la onza.
Se mire como se mire, una cosa está clara: es sólo cuestión de tiempo que los precios del oro alcancen un nuevo récord histórico. La gran pregunta ahora es ¿hasta dónde llegarán los precios?
¿Hacia dónde se dirigen los precios? Vea ahora The Commodity Report, para conocer mis últimas previsiones y predicciones de precios:
Source: FX STREET