-Advertisement-
Por Brijesh Patel
(Reuters) – Los precios del petróleo se preparan para pequeñas subidas en 2023, ya que un panorama económico mundial cada vez más sombrío y los brotes de COVID-19 en China amenazan el crecimiento de la demanda y compensan el impacto de la escasez de suministro causada por las sanciones a Rusia, según mostró el viernes un sondeo de Reuters.
Un sondeo de 30 economistas y analistas pronosticó que el barril promediaría 89,37 dólares en 2023, alrededor de un 4,6% menos que el consenso de 93,65 dólares de un sondeo de noviembre. La referencia mundial ha promediado 99 dólares por barril en 2022.
se prevé una media de 84,84 $ por barril en 2023, frente a los 87,80 $ de consenso del mes anterior.
“Esperamos que el mundo entre en recesión a principios de 2023, a medida que se dejen sentir los efectos de la elevada inflación y la subida de los tipos de interés”, declaró Bradley Saunders, economista adjunto de Capital Economics.
El Brent ha caído más de un 15% desde principios de noviembre y el viernes cotizaba en torno a los 84 dólares el barril, ya que el aumento de los casos de COVID-19 en China deprimió las perspectivas de crecimiento de la demanda de petróleo en el mayor importador de crudo del mundo. [O/R]
“El mercado del petróleo sigue ajustado a pesar del debilitamiento de las perspectivas de la demanda mundial a medida que se desatan los temores de recesión”, afirmó Edward Moya, analista senior de OANDA, quien añadió que China será el principal foco de atención en el primer trimestre del próximo año.
Según la mayoría de los analistas, la demanda de petróleo crecerá significativamente en el segundo semestre de 2023, impulsada por la relajación de las restricciones de COVID-19 en China y por la adopción de un enfoque menos agresivo de los tipos de interés por parte de los bancos centrales.
Según la encuesta, el impacto de las sanciones occidentales sobre el petróleo ruso será mínimo.
“No esperamos un impacto de la limitación de precios, que fue diseñado para dar poder de negociación a los compradores de terceros países”, dijeron los analistas de Goldman Sachs (NYSE:) en una nota.
Moscú firmó esta semana un decreto que prohíbe el suministro de petróleo y productos derivados a las naciones que participan en el tope de precios del Grupo de los Siete (G7) a partir del 1 de febrero y durante cinco meses.
“En caso de que las exportaciones rusas sufran una fuerte caída (que no esperamos que se produzca), es probable que la OPEP+ esté dispuesta a aumentar la producción para evitar que los precios suban demasiado”, señaló la empresa de datos y análisis Kpler.
Source: INVESTING