Los mayores gigantes tecnológicos de EE.UU. han resurgido en 2023 tras un año inestable, impulsando las ganancias y aumentando su dominio en el índice. Sin embargo, debido a esta elevada concentración, los inversores pueden considerar que el índice no es adecuado para diversificar sus carteras.
Las diez mayores empresas apuntalan el índice S&P 500 y ganan un 44% en lo que va de año
Las diez mayores empresas tecnológicas, incluidas Apple (NASDAQ:), Amazon (NASDAQ:) y Microsoft (NASDAQ:), han ganado un 44% este año, convirtiéndose en la fuerza impulsora del reciente éxito del índice S&P 500. Sin estas diez empresas, el S&P 500 habría bajado ligeramente en lugar de haber subido alrededor de un 10% en lo que va de año.
El significativo rendimiento superior del S&P 500 en los últimos tres meses en comparación con un índice de igual ponderación es el mayor registrado desde 1990, según un informe de The Wall Street Journal.
Sin embargo, esta tendencia no se limita al sector tecnológico y afecta también a la mayoría de las demás industrias estadounidenses. Los diez primeros valores de todas las industrias estadounidenses, salvo las telecomunicaciones, han superado a sus homólogos este año.
El índice S&P 500 se pondera por capitalización bursátil. En pocas palabras, la valoración de una empresa determina su influencia en los resultados del índice. Por lo tanto, cada empresa cotizada en el S&P 500 no representa 1/500 del índice.
¿Qué provocó la fiebre por las grandes empresas?
Este reciente cambio se ha debido en parte a la actual incertidumbre que rodea a la economía mundial, que ha traído consigo la búsqueda de seguridad entre los inversores. Los inversores se sienten cada vez más atraídos por empresas de calidad con márgenes sólidos y grandes reservas de efectivo, predominantemente grandes empresas centradas en el crecimiento en lugar de pequeñas.
Otro motor de este cambio es la evolución tecnológica y económica en curso. Por ejemplo, la reciente crisis bancaria demostró que los bancos regionales más pequeños son más susceptibles a los cambios en el sentimiento de los inversores, y se espera que los organismos reguladores refuercen su control sobre ellos.
Del mismo modo, la diversificación de las cadenas de suministro y las ventajas del poder de fijación de precios en tiempos de inflación son factores que las grandes empresas suelen tener a su favor frente a las más pequeñas que operan dentro del mismo sector.
También existe una tendencia creciente a utilizar la inteligencia artificial (IA) en distintos sectores y aplicaciones. OpenAI, respaldada por Microsoft, lanzó a principios de este año su herramienta ChatGPT, que ha tenido un éxito viral y ha llegado al gran público.
La reciente fue impulsada principalmente por la promesa de un aumento de la demanda de chips avanzados necesarios para los desarrollos de IA. Las ventas de la empresa en el trimestre actual superan con creces los 7.200 millones de dólares estimados por Wall Street y constituyen el total trimestral más alto de su historia.
Las diez primeras empresas representan el 35% de la capitalización bursátil de S&P 500
En los últimos meses, los inversores han acudido en masa a los mayores valores estadounidenses de tecnología de consumo. Esto ha elevado aún más la valoración de estas empresas y su influencia en el S&P 500, lo que sugiere que quienes invierten en el índice de referencia están menos diversificados de lo que podrían pensar.
Las diez primeras empresas del índice S&P 500 representan casi el 35% de toda la capitalización bursátil, lo que supone un aumento con respecto al 25% durante la burbuja tecnológica de 1999-2000 y una media del 20% en los últimos 35 años, según Lisa ShalettCIO de Morgan Stanley Wealth Management,
“Esto significa que el dinero invertido en el S&P 500 ponderado por capitalización bursátil es cada vez más una apuesta por la salud de unas pocas empresas, y que los fundamentales de las otras 490 tienen menos peso.”
Señaló que los valores caros siguen encareciéndose, y que el índice S&P 500 ponderado por la capitalización del mercado tiene una relación precio/beneficios a plazo de aproximadamente 19. Las tres principales empresas tienen una relación media de precio/beneficios de alrededor de 1,5 veces. Las tres principales empresas tienen una relación media de 66, lo que es arriesgado, ya que estas ricas valoraciones dependen de unos tipos de interés bajos.
“Si la Reserva Federal mantiene los tipos de interés oficiales más altos durante más tiempo, el índice puede ser más sensible a los tipos y estar sujeto a una mayor volatilidad de lo que muchos inversores suponen”, dijo Shalett.
Además, el riesgo de concentración excesiva en las carteras de los inversores se ve agravado por el creciente peso de la bolsa estadounidense en los mercados mundiales de renta variable. Para contextualizar, las acciones estadounidenses representan alrededor del 60% del valor de todas las acciones del mundo.
Para combatir esta situación, los inversores a largo plazo deberían considerar la posibilidad de alejarse de la exposición pasiva a los índices estadounidenses y buscar oportunidades en valores de pequeña capitalización, de valor y cíclicos. “El reequilibrio táctico también podría favorecer a los mercados emergentes en los próximos seis a doce meses”, afirma Shalett.
Mientras tanto, el S&P 500 terminó la última negociación en torno a los 4.205 puntos, con una subida del 0,07%. El índice ha subido un 9,53% en lo que va de año y más de un 1% en el último año.
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Este artículo fue publicado originalmente en The Tokenist. Consulta el boletín gratuito de The Tokenist, Finanzas en cinco minutospara el análisis semanal de las principales tendencias en finanzas y tecnología.
Source: INVESTING