Los índices estadounidenses subieron con fuerza el martes: el Nasdaq 100 subió un 1,1%, el Nasdaq 100 un 1,75% y el Dow Jones 30 un 0,63%. Mientras tanto, el índice de volatilidad volvió a caer por debajo de 14 y ganó más de un 1,4%, borrando en un momento dado las pérdidas de las tres sesiones anteriores. Este patrón de ganancias del mercado apunta a una mejora del apetito por el riesgo, pero la subida plantea interrogantes.
Los buenos resultados del mercado del martes y gran parte del repunte de la renta variable van en contra de las expectativas de tipos de interés. La herramienta FedWatch muestra ahora una probabilidad del 75% de que el tipo de los fondos de la Fed sea superior al actual a finales de año, aunque, desde mediados de marzo, las probabilidades de que esto ocurra en los próximos dos meses se han estimado en cero. La subida de los tipos de interés es un fuerte viento en contra para el mercado de renta variable, ya que hace más rentables las inversiones sin riesgo.
Como resultado, se ha producido una sorprendente divergencia entre las expectativas del dinero inteligente (mercados de deuda) y el sentimiento de los participantes en el mercado de renta variable. El mercado de renta variable es un lugar para optimistas, y la justificación para comprar en los últimos meses ha sido una mezcla de factores, desde el bombo de la IA hasta la exhalación de que no ha habido nuevas quiebras bancarias y no ha llegado la “recesión más esperada”.
Al mismo tiempo, las sorpresas positivas juegan a favor de un endurecimiento de la retórica de la Fed, que plantea la posibilidad de dos subidas más antes de finales de año, aunque las anteriores estén lejos de haber surtido todo su efecto en la economía. La situación recuerda a la que se vivió tras el “frenesí monetario y fiscal” de los días del coronavirus. Después de todo, el consenso inicial era que los billones inyectados no causarían inflación o lo harían, pero sólo temporalmente. No fue hasta 2022 cuando quedó claro que la inflación requeriría la lucha más enérgica contra ella en 40 años.
Si estamos en lo cierto, la inercia de la política monetaria tendrá un importante impacto negativo en los mercados de renta variable, que se esfuerzan por hacer frente al nivel de los tipos de interés, a la abundante oferta en las subastas del Tesoro estadounidense y a las condiciones cada vez más complejas de refinanciación de la deuda. Francamente, las subidas de tipos de la Fed son intentos de enfriar la economía, es decir, de reducir la demanda, lo que perjudica a los beneficios empresariales.
El panorama técnico también apunta a la baja, al menos a corto plazo. El ha hecho un máximo local justo por encima de 15.200, que también revirtió en marzo del año pasado y en agosto de 2021. En el marco temporal diario, el RSI ha retrocedido desde el territorio de sobrecompra que, señala el inicio de una corrección.
Y está cerca de una señal similar en el marco de tiempo semanal. Una corrección completa aquí podría llevar al Nasdaq100 hacia 12100-12500 antes de fin de año, dejando intacta la tendencia alcista a largo plazo y manteniéndose por encima de la media móvil de 200 semanas, pero borrando el excesivo optimismo.
El equipo de analistas de FxPro
Source: INVESTING