El regreso de Activision plantea una pregunta de 69.000 millones de dólares

La próxima partida de Activision Blizzard podría ser la más arriesgada hasta la fecha. La venta del fabricante de “Call of Duty” a Microsoft (NASDAQ:) por 69.000 millones de dólares se acerca sigilosamente a la línea de meta, pero podría no llegar antes de la fecha límite del martes. Si el pretendiente de la compañía necesita más tiempo, su consejero delegado, Bobby Kotick, podría negociar mejores condiciones.

Una derrota judicial de los trustbusters estadounidenses significa que no habrá obstáculos legales para que el acuerdo se cierre en Estados Unidos a finales de semana. La Comisión Federal de Comercio ha recurrido la decisión, mientras que sus homólogos británicos podrían tardar más en satisfacer a Microsoft.

La situación deja en suspenso si las empresas podrán completar la fusión antes de que expire su acuerdo el 18 de julio. De no ser así, Activision tendrá que aceptar una prórroga. El suspense aumenta por lo mucho que ha cambiado en los últimos 18 meses.

Cuando Activision dio a conocer el acuerdo en enero de 2022, sus acciones se tambaleaban por el fracaso de su franquicia bélica estrella, que hizo que los beneficios cayeran a la mitad en el primer trimestre de ese año. Mientras tanto, las empresas tecnológicas estaban en caída libre. Al igual que su rival Electronic Arts (NASDAQ:), la valoración de Activision había caído de unas 25 veces los beneficios previstos a unas 17 veces, según datos de Refinitiv. Microsoft proporcionó un salvavidas con su prima del 45%.

Sin embargo, el negocio de Activision se recuperó, ya que un nuevo “Call of Duty” registró una apertura de 800 millones de dólares en sus tres primeros días. Ahora se espera que los beneficios por acción alcancen un máximo post-pandémico de 4 dólares este año, según las estimaciones recogidas por Refinitiv.

Supongamos que Activision cotizara a 20 veces ese beneficio, más o menos el precio al que se dirige EA, y su valor independiente sería de 80 dólares por acción, casi la mitad de la prima implícita en la operación. Microsoft también debería a su objetivo una comisión de 3.000 millones de dólares si el acuerdo fracasa, por valor de otros 3 dólares por acción, suponiendo un tipo impositivo del 25%.

Si Microsoft sólo necesita un par de semanas más para convencer a los reticentes, su oferta de 95 dólares por acción debería ser suficientemente convincente. Si fracasara, los arbitrajistas saldrían corriendo y Activision tendría que reconstruirse a partir de ahí. Además, la operación en solitario podría reavivar las preguntas sobre la forma en que Kotick gestionó las acusaciones de mala conducta.

Sin embargo, si el proceso sigue alargándose, el jefe de Activision podría preguntarse razonablemente si el brillante futuro de su empresa, impulsado por el reciente éxito de “Diablo 4”, debería exigir un precio más alto. Para Microsoft se trata de ganar al reloj.

Noticias contextuales

Microsoft puede seguir adelante con su adquisición por 69.000 millones de dólares del editor de videojuegos Activision Blizzard (NASDAQ:), según dictaminó un juez estadounidense el 11 de julio, rechazando los argumentos esgrimidos por la Comisión Federal de Comercio para bloquear la operación. La agencia dijo que apelaría la decisión. El 14 de julio expira una orden de restricción temporal que impide a las empresas completar la transacción. La Autoridad de Competencia y Mercados británica, que ya había intentado detener la operación, declaró el 12 de julio que estaba dispuesta a dialogar con las empresas sobre cómo resolver sus problemas. El acuerdo de fusión expira el 18 de julio.

Source: INVESTING

RODRIGO DI PAULA AMBRISSI: