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Una investigación muestra que Dogecoin (DOGE) fue la única memecoin en 2022 que redujo proactivamente su huella de carbono -una métrica clave para la adopción generalizada- en un 25% en un año, gracias a la intervención de los desarrolladores y del CEO de Tesla, Elon Musk.
Una de las principales razones por las que Musk se echó atrás a la hora de aceptar pagos con Bitcoin (BTC) para Tesla fueron las elevadas emisiones de carbono. En aquel momento, creía que Dogecoin – “aunque se creara como una broma tonta”- era más adecuado para las transacciones.
Trabajando con los desarrolladores de Doge para mejorar la eficiencia del sistema de transacciones. Potencialmente prometedor.
– Elon Musk (@elonmusk) 13 de mayo de 2021
Debido a los esfuerzos proactivos de Musk y los miembros del ecosistema Dogecoin, Dogecoin vio una disminución del 25% en sus emisiones anuales de CO2. Con 1.423 toneladas de emisiones liberadas en 2021, Dogecoin produjo 1.063 toneladas en 2022, según según la investigación de Forex Suggest.
Aunque Ethereum experimentó la mayor reducción de emisiones de CO2 en 2022 tras la transición a un mecanismo de consenso proof-of-stake, su emisión anual eclipsó a Dogecoin en 8,3 veces.
La reducción de la huella de carbono y el gran apoyo de la comunidad posicionan a Dogecoin como un instrumento financiero viable en 2023.
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Cuando se trata del rendimiento de los precios a lo largo del año en medio del mercado bajista de 2022, DOGE se mantuvo mucho mejor que la mayoría de los principales activos del mercado de criptomonedas.
La memecoin emergió como el tercer mejor desempeño en la lista de los 10 principales después de XRP (XRP) y BNB (BNB). DOGE también superó a su mayor competidor, Shiba Inu (SHIB), con la comunidad SHIB centrada en la construcción de una red de capa 2 y el desarrollo de metaversos y juegos blockchain.
Source: COIN TELEGRAPH