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Como ya se ha mencionado, la historia despegó con las monedas de colores, que se crearon para representar y gestionar la propiedad de activos del mundo real en la blockchain. Se diferenciaban de Bitcoin (BTC) por el elemento “no fungible” que les proporcionaba una utilidad única.
Demostrando un enorme salto en las capacidades de Bitcoin’s, las monedas de colores se componían de diminutas fracciones de un Bitcoin, que podían ser tan minúsculas como un satoshi. Los casos de uso de las monedas de colores, como la representación de propiedades, cupones o el uso como coleccionables digitales, suscripciones, acciones y tokens de acceso, ayudaron a la gente a darse cuenta del potencial de las blockchains para la emisión de activos.
Bitcoin, sin embargo, nunca fue pensado para ser utilizado como una base de datos para tokens, lo que significaba que las monedas de colores sólo se quedaron en el nivel de concepto. Sin embargo, el desarrollo puso en marcha una serie de experimentos que culminaron en las NFT. La primera de las NFT fue “Quantum,” como ya se ha mencionado, una animación con forma de octágono. La llegada de Ethereum proporcionó a las NFT la plataforma que necesitaban para florecer.
Un importante proyecto de este periodo que permitió el desarrollo de activos digitales fue la plataforma The Counterparty, construida sobre Bitcoin. Un espectro de “Rare Pepes” NFTs fue lanzado en The Counterparty, iniciando el caso de uso de NFT como obras de arte. “Spells of Genesis,” creado en Ethereum, fue otro gran proyecto de NFT después de The Counterparty.
Source: COIN TELEGRAPH