La IA plantea una disyuntiva a los artistas: adaptarse o quedarse obsoletos

La fiebre del oro del arte con inteligencia artificial comenzó alrededor de 2018, cuando Christie’s subastó “Retrato de Edmond Belamy” por la asombrosa cifra de 432.500 dólares. Desde entonces, ha sido un viaje solo hacia arriba para las imágenes generadas por IA.

“Théâtre D’opéra Spatial”, la obra de arte generada por IA de Jason Allen, ganó incluso un premio en el concurso de arte de la Feria Estatal de Colorado. Esto demuestra que las imágenes generadas por IA no sólo se han hecho más populares, sino también muy sofisticadas en los últimos tiempos. Pero no todo el mundo está contento con esta evolución, y sus preocupaciones son válidas.

La evolución del arte generado por IA ha suscitado enconados debates en torno a la originalidad, la autoría y la autenticidad, temas fundamentales para la expresión artística. La IA generativa, como cualquier otra tecnología, es neutral en cuanto a la intención. Que el resultado sea bueno o malo depende de cómo la utilicemos.

Así pues, es crucial comprender cómo y hasta qué punto influye la IA en las comunidades artísticas y sus creaciones.

Los temores: Sustitución, mimetismo y homogeneización

Hay quien teme que la inteligencia artificial deje obsoletos a los artistas, del mismo modo que la tecnología de impresión digital sustituyó a los tipógrafos analógicos, los creadores de bloques, etc. Sin embargo, este punto de vista representa una perspectiva limitada y estrecha. Sólo el crítico conservador sin remedio puede pregonar ideas tan miopes.

Eso no quiere decir que todos los procesos tradicionales de la creación artística vayan a permanecer intactos después de la IA. Algunas tareas serviles y repetitivas desaparecerán. Sin embargo, la creatividad y la ideación, los aspectos humanos fundamentales del arte, están poco o nada amenazados.

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No obstante, las imágenes generadas por IA presentan algunos problemas éticos, como las violaciones de los derechos de autor. Se derivan de los métodos que utilizan las empresas para entrenar los modelos de conversión de texto en arte y las redes adversariales generales. En consecuencia, algunos artistas recientemente demandaron a Midjourney, Stability AI y DeviantArt por utilizar sus obras de arte en el entrenamiento de IA sin permiso ni compensación.

Abandonar estas prácticas es necesario para garantizar la adopción a largo plazo y la confianza en el arte de la IA. Plantean problemas de mimetismo y homogeneización, especialmente a medida que las herramientas de conversión de texto en imagen se hacen más populares y accesibles. Y, en última instancia, esto frustra el propósito de potenciar la creatividad artística mediante la IA.

Independientemente de lo que piensen los artistas y creadores sobre el arte generado por IA, las herramientas de arte generativo han consolidado su lugar en el ecosistema artístico. Las comunidades de artistas pueden ahora adaptarse o quejarse. Muchos artistas han optado inteligentemente por lo primero.

Reconocer el arte de la IA como una forma distinta

Boris Eldagsen, artista y fotógrafo alemán, se negó a aceptar el premio que ganó en los Sony World Photography Awards 2023. Se “presentó como un mono descarado” y presentó una imagen generada por IA para la categoría abierta creativa.

Eldagsen buscado plantear una cuestión sobre si deberíamos considerar fotografía a las imágenes generadas por IA. Piensa que las imágenes generadas por IA y las fotografías son entidades diferentes y no pueden competir en la misma categoría. El mismo argumento puede aplicarse al arte de la IA en general.

Al igual que la pintura, la escultura, el dibujo, etc., el arte de la IA es una categoría en sí misma. Debemos enfocarlo así. No se trata de regular cómo utilizan la IA los artistas o si pueden participar en concursos, ni tampoco de consideraciones puramente filosóficas que busquen la esencia del arte. En su lugar, es necesario reconocer el arte de la IA como una forma distinta, estableciendo los parámetros de juicio en consecuencia.

Dicho esto, añadir marcas identificativas para distinguir las imágenes generadas por IA de la fotografía u otros tipos de imágenes digitales puede resultar útil, sobre todo al principio, para frenar los malentendidos y la posible propagación de información errónea.

Sin embargo, la segregación funciona en ambos sentidos y puede evitar que la gente confunda las ilustraciones digitales con obras de arte generadas por IA. Esto ayuda a evitar situaciones en las que los creadores son expulsados de canales con políticas de “no AI art”, como cuando el artista de digitalAI Ben Moran fue vetado del subreddit r/Art de Reddit.

Hacia la colaboración hombre-máquina en el arte

Organización Mundial de la Fotografía dijo que premiaron a Eldagsen en los Sony World Photography Awards 2023 porque la obra generada por la IA se basaba en gran medida en la “riqueza de conocimientos fotográficos” del artista. Además, la categoría abierta creativa del concurso “acoge diversos enfoques experimentales de la creación de imágenes, desde cianotipos y rayografías hasta prácticas digitales de vanguardia.“

Esto apunta al hecho de que la IA puede potenciar la creación artística, no necesariamente obstaculizarla. He aquí el aspecto más crítico de la influencia de la IA en el arte y las comunidades artísticas: Amplía considerablemente su horizonte, abriendo nuevas posibilidades y formas de expresar ideas.

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Las herramientas de IA generativa accesibles -como Midjourney, Dall-E y mi propio BlueWillow- también fomentan la inclusión artística. Permiten a cualquier persona con una mente creativa realizar obras de arte digital de alta calidad. Imaginemos a una persona con discapacidad física o a alguien que no pueda permitirse material artístico explorando sus capacidades artísticas con estas herramientas. Esto quizá no sería posible antes, al menos no fácilmente.

Las imágenes generadas por IA también ayudan a los artistas profesionales a trabajar con más rapidez y eficacia. El impacto es similar al del uso de herramientas de asistencia como Photoshop o Illustrator, pero mucho mayor. Mientras trabajan en un proyecto por encargo, por ejemplo, pueden crear fácilmente varias maquetas utilizando herramientas de texto a imagen. Esto ahorra mucho tiempo y esfuerzo, y permite a los creativos centrarse en la creatividad y la innovación.

Aproveche la tecnología, no luche contra ella

El progreso tecnológico es inevitable. También es deseable si se hace bien, mientras que una oposición equivocada es ingenua y destructiva. Actualmente nos encontramos en esta coyuntura en lo que se refiere al arte de la IA.

Los retratistas condenaron el auge de la fotografía. Tenían miedo. Pero hoy solo podemos estar agradecidos por las maravillas que las innovaciones en fotografía -tanto tecnológicas como de contenido- nos han ayudado a conseguir. Algo parecido ocurrirá cuando aprovechemos la IA para el arte.

La influencia disruptiva de la IA ya es visible para las comunidades artísticas progresistas de todo el mundo. Junto con otras tecnologías emergentes como las fichas no fungibles (NFT), les está permitiendo producir obras con variaciones, escala y velocidad antes inimaginables. Estamos asistiendo así al despliegue de nuestro futuro artístico: un futuro diverso, orientado a la comunidad y tecnológicamente supremo.