El lado humano de Bitcoin (BTC) rara vez se explora en los medios de comunicación de criptomonedas tradicionales o convencionales. Incluso dentro del espacio Bitcoin, Bitcoin es tecnología de “números que suben”, mientras que eslóganes como “Bitcoin a la luna” y “diviértete siendo pobre” traquetean como monedas en un tarro.
Los documentales sobre Bitcoin tienden a sensacionalizar Bitcoin como una panacea para los problemas del mundo en lugar de ofrecer retratos matizados del impacto de Bitcoin en los individuos que forman el movimiento descentralizado.
Además, mientras que el precio de Bitcoin se ha inflado, inflado y reventado en los últimos cinco años, un flujo constante de nuevas personas está fluyendo en el espacio Bitcoin. B humano sigue el viaje de un hombre llamado Jan que se convierte en un decidido creyente del Bitcoin. La película gira en torno a Jan, el “ciudadano normal” que, durante un descanso entre trabajos, empieza a aprender más sobre el dinero fiduciario, o emitido por el gobierno.
En la película, Jan explica que el dinero fiduciario es “malo” porque no tiene límites. El dinero fiduciario está diseñado para perder su poder adquisitivo con el tiempo.
“Al principio estaba muy irritado porque pensaba: ¿cómo es posible? ¿Por qué estoy descubriendo esto casualmente mientras todos los expertos están equivocados?”
La epifanía le hace descender en espiral por la proverbial madriguera del Bitcoin, y emprende un viaje a Miami (Florida). “No soy el primero en toparme con una multitud”, reconoce, pero “siento que se trata de algo realmente crucial”.
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La película también entrevista a varias figuras clave del sector, como Marc Friedrich, un autor alemán superventas; Alessandro Ceceres, un venezolano que ahora es director de marketing de Luxor; y Anita Posch, una activista de Bitcoin. Estas entrevistas aportan información valiosa sobre las motivaciones y objetivos de las personas que impulsan el crecimiento de la economía Bitcoin, así como sus opiniones sobre el futuro de esta tecnología emergente.
Los directores Aaron Mucke y Eva Mühlenbäumer adoptan un enfoque suave del arco argumental, con una visión artística y llena de matices que evita los clichés, los memes de la cultura pop y los recortes a fragmentos de Michael Saylor, Max Keiser o Jack Mallers. A un ritmo suave, la historia utiliza el ingenio, el carácter y el carisma para dar vida al invento de Satoshi Nakamoto.
Pierre Corbin, consultor y realizador de documentales sobre Bitcoin compartió su opinión sobre B humano con Cointelegraph: “Me gustó cómo el principio muestra la cultura Bitcoin y la pasión de la gente que trabaja en el espacio, todo ello sin dejar de ser intelectuales. Se muestra para los novatos que no son maxis y entienden la cultura pop de Bitcoin. Podría enseñárselo a mi familia y quizá por fin entenderían por qué estoy obsesionado”.
Entre el caos de la pandemia COVID-19, la película lleva al espectador de Alemania a Austria, a México y, finalmente, a Miami, donde se anuncia por primera vez la Ley Bitcoin de El Salvador. La película se centra en el protagonista, Jan, que poco a poco planea, y luego ejecuta, su viaje a la Conferencia Bitcoin 2021 de Miami. El documental recopila entrevistas extravagantes con conocidos Bitcoiners alemanes.
Gigi, un seudónimo conocido en los círculos Bitcoin, interpreta a un hombre risueño y excéntrico vestido con un traje de pantalla verde. Para los que no conocen Bitcoin, Gigi es un ingeniero de software y autor de Bitcoin cuya verdadera identidad se desconoce.
Se pasea por un estudio de arte explicando complejos conceptos de Bitcoin con grafitis. El alemán pinta ecuaciones de Bitcoin en paredes blancas con un traje de croma, gafas de sol dignas de un remake de Matrix y auriculares. Se ríe ante el espectador, explicando que Bitcoin emplea la “guerra de memes”.
En otra parte, una relajada Anita Posch -otra educadora de Bitcoin de habla alemana- detalla su amor por el uso de Bitcoin en África. Narra historias personales mientras la cámara la sigue en bicicleta por las onduladas colinas austriacas, como la historia detrás del tatuaje de Bitcoin en su muñeca. Explica que el rayo -un guiño a la Lightning Network- significa “energía”, cuando le preguntan los que aún no entienden Bitcoin.
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La escena del tatuaje es un buen indicio de uno de los mensajes subyacentes de la película: Bitcoin no se entiende. A pesar de los titulares, las polémicas y los memes que dominan el espacio Bitcoin, el profundo impacto de Bitcoin en las vidas humanas está dando sus frutos poco a poco. De Senegal a El Salvador, de Suiza a Indonesia, las historias de cómo Bitcoin ha cambiado vidas para mejor están adornando el mundo – pero esas historias viven debajo de los titulares.
El apoyo y análisis del periodista Friedemann Brenneis aporta más detalles sobre por qué Bitcoin es tan incomprendido. Pega los titulares de los medios de comunicación a una pizarra, demostrando que, contrariamente a los informes populares de que Bitcoin está muerto, hay “más de lo que informan los medios”.
Como Corbin dijo a Cointelegraph, B humano es el tipo de documental que se puede mostrar a amigos o familiares a los que Bitcoin no les convence, y puede que por fin lo entiendan. Además, las animaciones y los detalles narrativos están bien elaborados y son instructivos. Corbin destaca uno de estos toques creativos: “Por ejemplo, cuando se explica el sistema monetario fiduciario y el banquero concede los préstamos pulsando ‘Intro’ repetidamente”.
En definitiva, en medio de un mar de documentales sobre Bitcoin que, a veces, parecen propaganda o cantos de clarín para una mayor adopción de Bitcoin, B humano es un relato reflexivo y personal. Recientemente ha alcanzado las 250.000 visitas en YouTube y también está disponible en Vimeo.
Source: COIN TELEGRAPH