Los grupos humanitarios han utilizado cada vez más la tecnología blockchain para resolver problemas de falta de servicios bancarios o verificación de identidad inadecuada en países en desarrollo o devastados por la guerra.
En diciembre se anunciaron dos nuevos proyectos, incluido uno que brinda ayuda en efectivo a los refugiados ucranianos a través de la red Stellar y otro que planea ofrecer efectivo y cupones a través de la red Partisia.
Pero los proyectos anteriores de blockchain han tenido resultados mixtos. Algunos proyectos han sido efectivos para permitir que los beneficiarios eludan los trámites burocráticos y reciban la ayuda que necesitan, pero para otros, el uso de la cadena de bloques ha resultado superfluo.
El 15 de diciembre, Stellar Development Foundation anunció que ha formado una asociación con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) para ofrecer USD Coin (USDC) en la red Stellar como una forma de asistencia en efectivo para los refugiados ucranianos.
Los tokens de USDC se podrán canjear en cualquier ubicación de MoneyGram. Los creadores del programa creen que esto facilitará que los refugiados reciban ayuda incluso si no tienen cuentas bancarias o no pueden acceder a las que tienen.
Hoy, el ACNUR (@Refugiados) y Stellar Development Foundation, anunciaron el lanzamiento de una solución piloto de pago de cadena de bloques, la primera de su tipo, para la distribución de efectivo digital a personas desplazadas internamente y otras personas afectadas por la guerra en Ucrania.https://t.co/rdh5OpxQrz
— Estelar (@StellarOrg) 15 de diciembre de 2022
Tori Samples, gerente de productos de ayuda de Stellar, dijo a Cointelegraph que al asociarse con Moneygram para el retiro de efectivo y al usar el dólar digital USDC de Circle, “toda la solución se vuelve significativa y accesible para las personas que viven en crisis”.
“Este producto fue diseñado específicamente para satisfacer las necesidades de las organizaciones de ayuda que brindan asistencia en entornos difíciles. No puede ser experimental o no resistir el uso en el mundo real. Los dólares de los donantes son algunos de los más analizados en todo el mundo. El hecho de que algunas de las organizaciones de ayuda más grandes estén usando Stellar Aid Assist hoy en día en Ucrania demuestra que tiene valor en el mundo real y el potencial de escalar”.
A principios de este mes, el 2 de diciembre, Partisia Blockchain Foundation sostuvo un “hackathon” en colaboración con el Comité Internacional de la Cruz Roja. El objetivo del evento fue encontrar formas en que la red Partisia podría usarse para hacer que los pagos de ayuda humanitaria de la Cruz Roja sean más eficientes.
Historia de la ‘blockchain humanitaria’
Si bien estos intentos de utilizar blockchain valen la pena, el sector tiene una historia accidentada.
En un artículo de agosto titulado “Cadena de bloques humanitaria: inventario y recomendaciones”, investigadores de la Red Humanitaria Digital examinado intentos anteriores de aprovechar blockchain en beneficio de los beneficiarios de la ayuda. Descubrieron que blockchain ayudó a algunas organizaciones a ser más eficientes en la entrega de ayuda, pero en otros casos, la tecnología tuvo que descartarse porque no agregaba valor.
Citó Building Blocks, una iniciativa de cadena de bloques iniciada por el Programa Mundial de Alimentos como ejemplo de un proyecto exitoso. Su objetivo era resolver el problema de la ayuda duplicada, o múltiples servicios de ayuda que brindan la misma ayuda a las mismas personas.
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El proyecto involucró una red blockchain autorizada que permitió a diferentes organizaciones de ayuda colaborar entre sí y compartir datos. Esto eliminó los silos entre los grupos humanitarios y los ayudó a dirigir efectivamente su ayuda donde era más efectiva. Building Blocks todavía está en funcionamiento hoy.
Por otro lado, Direct Cash Aid, un programa creado por un consorcio de 121 grupos humanitarios diferentes, tuvo que abandonar blockchain después de que se descubrió que la tecnología no ayudaba a sus objetivos. Direct Cash Aid pretendía utilizar una identidad auto-soberana (SSI) basada en blockchain para ayudar a los destinatarios en Etiopía, Malawi, Kenia y los Países Bajos que no pudieron establecer su propia prueba de identidad.
Después de experimentar con SSI, los administradores del programa se dieron cuenta de que la mayoría de los destinatarios no tenían teléfonos inteligentes ni podían obtener un acceso adecuado a Internet. Además, muchas organizaciones de ayuda no querían colaborar o no confiaban en la verificación de identidad realizada por otras organizaciones. Como resultado, los SSI creados por el programa “demostraron no tener ningún valor actualmente”. El programa terminó desechando sus aspectos de blockchain en favor de sistemas de verificación de identidad más centralizados.
Source: COIN TELEGRAPH