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Los precios del oro se dispararon esta semana hasta alcanzar máximos históricos, después de que los indicios de un agravamiento de la crisis bancaria añadieran más combustible al imparable repunte de los metales preciosos.
Los precios del oro se dispararon después de que la Reserva Federal subiera el miércoles su tipo de interés de referencia en un cuarto de punto porcentual, hasta una nueva horquilla del 5% al 5,25%, el nivel más alto desde mediados de 2007.
La décima subida consecutiva de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal en poco más de un año ha conmocionado al sistema financiero y ha provocado importantes ventas masivas en el sector bancario.
Cuando los tipos de interés estaban próximos a cero, los bancos de todo el mundo adquirieron cantidades récord de bonos. Pero, como bien saben los operadores, cuando los tipos de interés suben, el valor de los bonos baja.
Esa es una de las razones por las que muchos bancos se han metido en serios problemas.
Las subidas de tipos de la Reserva Federal han hecho que los bonos en manos de los bancos hayan perdido valor y ahora coticen muy por debajo de lo que los bancos pagaron por ellos. En la actualidad, el valor de las pérdidas no realizadas en las carteras de algunos de los bancos más reconocidos de Wall Street se estima en 1,84 billones de dólares, y esa cifra crece día a día.
Esta semana, las acciones de First Horizon Bank, Western Alliance, Zions Bancorp, Comerica y KeyCorp se desplomaron casi un 40%. Pero la mayor víctima fue PacWest. La preocupación de que PacWest pudiera ser la siguiente ficha de dominó en caer ha hecho que las acciones del prestamista cayeran más de un 50% en los últimos días y más de un 90% en lo que va de año.
Se suele decir que la confianza en una institución financiera se construye durante décadas y se destruye en días. A medida que cae cada ficha de dominó, el siguiente banco más débil empieza a tambalearse.
En resumen, esa es la situación exacta que estamos viendo desarrollarse ahora mismo.
Uno de los mayores beneficiados de la actual coyuntura financiera ha sido sin duda el Oro. El jueves, los precios del oro alcanzaron un máximo histórico de 2.082 dólares la onza, superando su anterior récord de 2.075 dólares la onza alcanzado en agosto de 2020.
Desde el último trimestre de 2022, los precios del oro han experimentado una carrera parabólica que les ha llevado a ganar más de un 32% desde los mínimos de noviembre de 1.600 dólares la onza.
¡Y el rally podría no acabar ahí!
En muchos sentidos, este monumental movimiento ya se veía venir después de que las búsquedas en Google de la frase “How To Trade Gold” alcanzaran el nivel más alto jamás registrado.
Se mire como se mire, una cosa está clara. El actual contexto macroeconómico está alimentando una “tormenta perfecta” para el oro. Esta es una buena noticia para los alcistas, pero dolorosa para los que se quedan al margen, que ahora deben decidir cuánto FOMO pueden soportar.
¿Hacia dónde se dirigen los precios? Vea ahora The Commodity Report, para conocer mis últimas previsiones y predicciones de precios:
Source: FX STREET